domingo, 12 de septiembre de 2010
"Blanco omega" 3x02 - La advertencia
Nos encontramos en Torrente, pero no el Torrente que todos conocemos, este Torrente es diferente por
un motivo muy particular. Acaba de perder a su campeón a manos de un cruel asesino venido de otro
lugar, un asesino que no se detendrá ante nada para acabar con todos y cada uno de los Blanco Omega
de todas y cada una de las tierras paralelas que conforman el multiverso. Un asesino que busca al
primer Blanco Omega, al original…
Ha pasado un día desde que Aitor Daniel revelase su secreto a su padre. Por una parte se siente
liberado, pero por otra se siente extraño. Quiere a su padre con toda su alma, pero no puede evitar
ese sentimiento de que el hombre los traicionó a él y a su madre hace años para irse con otra.
-¿Mamá?
-Sí, cariño.
-¿Crees que papá habrá olvidado lo de mi secreto como lo olvidó María José?
-No lo sé, eso deberías saberlo tu mejor que yo. Tú eres el que está en contacto con esos entes
superiores que rigen el destino del planeta –Manoli se acerca a su hijo y le revuelve el cabello
con gesto cariñoso-. ¿Saldrás esta noche de patrulla?
-Imagino que si, aunque no me apetece nada. A veces tengo la impresión de que le quito el trabajo a
la Policía de esta ciudad.
-Bueno. Pues yo opino que haces un trabajo excelente luchando contra esos locos y esos
supervillanos.
-No sé cómo lo haces, pero siempre acabas convenciéndome, mamá.
-¡Eh! Soy tu madre, ¿quién más adecuado para ello? –Su madre le dedica una bonita sonrisa y
añade-. Pero ten cuidado ahí fuera, por favor.
-Claro, mamá –y, tras estas palabras, y como en tantas otras ocasiones, Blanco Omega se pone su
cazadora y sus guantes y sale por la ventana de su dormitorio.
Se encuentra volando sobre el centro de la ciudad, cuando una conocida presencia llama su
atención…
-¡Tutor! ¡Cuánto tiempo sin verte! ¿Dónde has estado metido?
-¡Blanco Omega, vengo a prevenirte! –El anciano da un paso hacia su pupilo, en su rostro se
dibuja la más absoluta desesperación.
-¿Prevenirme? ¿De qué, contra qué?
-¡Él se acerca! ¡Ya ha acabado con un centenar, y nada parece poder detenerlo!
-¿¡Quién!? ¡Dime quién!
-¡El Anti Omega! –Dicho esto, el anciano Tutor se desvanece ante los asombrados ojos de Blanco
Omega.
¿El Anti Omega? ¿Quién es el Anti Omega, Tutor? –Confundido por las palabras de su Maestro, el
joven héroe alza el vuelo hacia el cielo nocturno de Torrente, buscando un posible rastro del
anciano, sin encontrar nada más que aire.
Finalmente, tras una búsqueda infructuosa, Blanco Omega decide abandonar la búsqueda y regresar a
su casa.
-¿Ya has vuelto? Llamó tu padre, quería saber si estabas bien.
-He visto al Tutor…
-Vaya, pues más bien parece que hubieras visto a tu peor enemigo.
-¿Cómo está papá, recuerda algo?
-Todo, lo recuerda todo. Me ha estado pidiendo explicaciones a mí. No lo he mandado a la mierda de
milagro. Pero, dime, ¿qué quería tu Tutor? ¿Qué te ha dicho para que traigas esa cara?
-No lo sé, de verdad que no lo sé –Blanco Omega se deja caer en el sofá, y apoya la cabeza
entre sus manos-. Pero lo cierto es que me ha asustado.
-¿Qué te ha dicho? –Manoli se sienta a su lado y le pasa un brazo por encima de los hombros-.
Seguro que no será algo tan grave.
-Yo creo que sí, mamá –el joven clava sus ojos en los de su madre-, quería advertirme de un
gran peligro. Me ha hablado de algo o alguien llamado Anti Omega. Me ha dicho que ya acabado con un
centenar, y que ahora me buscaba a mí…
-Bah, tú no te preocupes, cariño, será algún loco que busca venganza por alguna vez que lo
encerraste. Nada que no puedas manejar.
-No me parecía que se refiriese a eso precisamente –por primera vez en mucho tiempo, Blanco Omega
siente miedo, y su madre lo nota, y también lo siente a pesar de sus palabras de apoyo…
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