jueves, 23 de septiembre de 2010
martes, 21 de septiembre de 2010
Solo fines de semana
Tras el comienzo del curso escolar, los dueños de NTV, no tienen tiempo para actualizar este blog diariamente, por lo que se informa, de que a partir de este mismo instante, NtvBlog!zero solo se actualizará los fines de semana.
domingo, 12 de septiembre de 2010
Temporadas Ntv
Como muchos sabreis, casi todo se dirige por temporadas. Pues heos decidido que ntv02, (de momento) se dividirá en cuatro temporadas anuales coincidiendo con las estaciones del año.
Ntv PRIMAVERA (20 Marzo - 20 Junio)
Ntv'Springfield
Ntv VERANO (21 Junio - 21 Septiembre)
Ntv'Summertime
Ntv OTOÑO (22 Septiembre - 19 Diciembre )
Ntv'Fallseason
Ntv INVIERNO (20 Diciembre - 19 Marzo)
Ntv'Snower
Además de estas estaciones, habrá periodos del año especiales que tendran su mini-temporada.
Semana santa (?¿)
Playa (15 días de Julio o Agosto)
Vuelta al cole (05 Septiembre - 20 Septiembre)
Halloween (25 Octubre - 01 Noviembre)
Navidad (20 Diciembre - 10 Enero)
"Blanco omega" 3x02 - La advertencia
Nos encontramos en Torrente, pero no el Torrente que todos conocemos, este Torrente es diferente por
un motivo muy particular. Acaba de perder a su campeón a manos de un cruel asesino venido de otro
lugar, un asesino que no se detendrá ante nada para acabar con todos y cada uno de los Blanco Omega
de todas y cada una de las tierras paralelas que conforman el multiverso. Un asesino que busca al
primer Blanco Omega, al original…
Ha pasado un día desde que Aitor Daniel revelase su secreto a su padre. Por una parte se siente
liberado, pero por otra se siente extraño. Quiere a su padre con toda su alma, pero no puede evitar
ese sentimiento de que el hombre los traicionó a él y a su madre hace años para irse con otra.
-¿Mamá?
-Sí, cariño.
-¿Crees que papá habrá olvidado lo de mi secreto como lo olvidó María José?
-No lo sé, eso deberías saberlo tu mejor que yo. Tú eres el que está en contacto con esos entes
superiores que rigen el destino del planeta –Manoli se acerca a su hijo y le revuelve el cabello
con gesto cariñoso-. ¿Saldrás esta noche de patrulla?
-Imagino que si, aunque no me apetece nada. A veces tengo la impresión de que le quito el trabajo a
la Policía de esta ciudad.
-Bueno. Pues yo opino que haces un trabajo excelente luchando contra esos locos y esos
supervillanos.
-No sé cómo lo haces, pero siempre acabas convenciéndome, mamá.
-¡Eh! Soy tu madre, ¿quién más adecuado para ello? –Su madre le dedica una bonita sonrisa y
añade-. Pero ten cuidado ahí fuera, por favor.
-Claro, mamá –y, tras estas palabras, y como en tantas otras ocasiones, Blanco Omega se pone su
cazadora y sus guantes y sale por la ventana de su dormitorio.
Se encuentra volando sobre el centro de la ciudad, cuando una conocida presencia llama su
atención…
-¡Tutor! ¡Cuánto tiempo sin verte! ¿Dónde has estado metido?
-¡Blanco Omega, vengo a prevenirte! –El anciano da un paso hacia su pupilo, en su rostro se
dibuja la más absoluta desesperación.
-¿Prevenirme? ¿De qué, contra qué?
-¡Él se acerca! ¡Ya ha acabado con un centenar, y nada parece poder detenerlo!
-¿¡Quién!? ¡Dime quién!
-¡El Anti Omega! –Dicho esto, el anciano Tutor se desvanece ante los asombrados ojos de Blanco
Omega.
¿El Anti Omega? ¿Quién es el Anti Omega, Tutor? –Confundido por las palabras de su Maestro, el
joven héroe alza el vuelo hacia el cielo nocturno de Torrente, buscando un posible rastro del
anciano, sin encontrar nada más que aire.
Finalmente, tras una búsqueda infructuosa, Blanco Omega decide abandonar la búsqueda y regresar a
su casa.
-¿Ya has vuelto? Llamó tu padre, quería saber si estabas bien.
-He visto al Tutor…
-Vaya, pues más bien parece que hubieras visto a tu peor enemigo.
-¿Cómo está papá, recuerda algo?
-Todo, lo recuerda todo. Me ha estado pidiendo explicaciones a mí. No lo he mandado a la mierda de
milagro. Pero, dime, ¿qué quería tu Tutor? ¿Qué te ha dicho para que traigas esa cara?
-No lo sé, de verdad que no lo sé –Blanco Omega se deja caer en el sofá, y apoya la cabeza
entre sus manos-. Pero lo cierto es que me ha asustado.
-¿Qué te ha dicho? –Manoli se sienta a su lado y le pasa un brazo por encima de los hombros-.
Seguro que no será algo tan grave.
-Yo creo que sí, mamá –el joven clava sus ojos en los de su madre-, quería advertirme de un
gran peligro. Me ha hablado de algo o alguien llamado Anti Omega. Me ha dicho que ya acabado con un
centenar, y que ahora me buscaba a mí…
-Bah, tú no te preocupes, cariño, será algún loco que busca venganza por alguna vez que lo
encerraste. Nada que no puedas manejar.
-No me parecía que se refiriese a eso precisamente –por primera vez en mucho tiempo, Blanco Omega
siente miedo, y su madre lo nota, y también lo siente a pesar de sus palabras de apoyo…
"Blanco omega" 3x01 - Asuntos personales
Son las 21.30 horas de la noche. Domingo. Nos encontramos en el circuito valenciano de Cheste, que
ha sido tomado, por la fuerza, por varios terroristas miembros del grupo radical FUERZA SUPREMA.
Como todos saben éste es un peligroso grupo terrorista que proclama la supremacía de la raza
blanca por encima de las demás razas.
Tomaron el velódromo a las 17:00 horas de la tarde. En un principio de exigieron nada, se limitaron
a separar a los rehenes en dos grupos étnicos diferenciados, blancos y no blancos o escoria, como
les gusta decir a ellos.
Entre los no blancos se encuentra Daniel Díaz, peruano, aunque ha vivido tantos años en España
que ya se considera uno de nosotros, pero para estos asesinos racistas siempre será un sudaca, un
extranjero. Pero, ¿qué tiene de especial este hombre? Fácil, este hombre es el padre del único y
genuino héroe valenciano, es el Padre de Aitor Daniel Díaz Ortega, nombre clave, Blanco Omega,
pero él aún no lo sabe. Pero puede que eso cambie hoy…
-¡Vamos, escoria, moveros! –A empujones, los rehenes son conducidos al hall del complejo
automovilístico y obligados a tumbarse en el duro suelo en espera de lo que sus captores decidan
hacer con ellos.
Otro de los secuestradores se aparta de sus compañeros y, sacando un radio transmisor, inicia
comunicación con las fuerzas del orden.
-Les habla el Agente Blanco. Esto es un comunicado a todos los miembros de la Policía de la ciudad
de Valencia. Escuchen con atención. Estas son nuestras peticiones, de no ser cumplidas, mataremos a
un rehén cada media hora sin importar que sea hombre, mujer o niño. Queremos la liberación
inminente e incondicional de todos los miembros de FUERZA SUPREMA que se encuentran ahora mismo en
prisión. Queremos un vehículo sin manipular a las puertas del circuito de carreras de Cheste y
tres millones de euros en billetes sin marcar. Tienen una hora para cumplir estas peticiones antes
de que hagamos efectivas nuestras amenazas. Es todo.
Mientras esto ocurre, en un piso de Torrente, propiedad de Manoli Ortega…:
-Papá iba a ir hoy a ver el espectáculo, ¿verdad? –Aitor Daniel se levanta de la silla tras
terminar de cenar, y se concentra un instante, mutando sus ropas de calle por su traje de batalla.
Él y su madre han estado siguiendo las noticias con expectación, esperando el momento propicio
para actuar.
-Sí, creo que sí –su madre sale del pequeño comedor, volviendo poco después con la chaqueta y
los guantes que completan el equipo de su hijo-. ¿Se lo vas a contar hoy?
-No sé, ya veremos –el joven da un beso a su madre y sale de su casa como tantas otras veces, por
la ventana de su dormitorio, poniendo rumbo a toda velocidad hacia el circuito de Cheste.
Menos de cinco minutos después, todo se complica para los terroristas…:
Primero: Todos los criminales, sin saber cómo, son desarmados a la velocidad del rayo por un veloz
y furioso Blanco Omega…
Segundo: Todos los criminales son noqueados por el héroe torrentino, con una rápida sucesión de
golpes bien lanzados.
Tercero: Los cabecillas de la operación son entregados a las autoridades y puestos a disposición
judicial. Todo ello en menos de cinco minutos. Todo sin pérdida de vidas humanas.
Una vez todo ha terminado, Blanco Omega se dispone a volver a su casa, cuando, una voz suena a su
espalda.
-¡Espera, chico! –Es su padre el que habla.
-Hola…
-¿Aitor Daniel, eres tú? –Daniel Díaz se acerca al joven y, tomándole la cara entre las manos,
lo mira fijamente a los ojos.
-Sí, papá… Soy yo…
-¿Desde cuándo? ¿Lo sabe tu madre?
-Desde hace casi un año, y sí, mamá lo sabe…
-¿Y, cuándo pensabas decírmelo a mí?
-No lo sé. Pensaba decírtelo, pero no sé cuándo.
-¿Por qué, Aitor Daniel?
-No lo sé, papá… ¿Por qué dejaste a mamá tirada con un niño pequeño que criar? –Tras
estas palabras, Blanco Omega se eleva en el cielo nocturno-. Tranquilo, papá, puede que olvides
todo esto, pero eso no lo decido yo.
-¡Aitooor, vuelve, soy tu padre, te lo ordeno! –Y Daniel queda gritando al negro cielo de la
noche de Cheste, mientras su hijo se aleja volando a gran velocidad.
Blanco omega estrena temporada
Blanco omega, la ciberserie más longeva de Ntv, estrena tercera temporada con buen seguimiento. Este sábado se estrenó el capitulo 3x01, titulado "Asuntos personales". Hoy, domingo se estrenó el capitulo 3x02, titulado "La advertencia".
Además, esta temporada es especial, pues es la primera en tener una nueva plantilla, y es la primera que no está en 16:9.
No te pierdas Blanco omega, sábados y domingos en ntv09
Además, esta temporada es especial, pues es la primera en tener una nueva plantilla, y es la primera que no está en 16:9.
No te pierdas Blanco omega, sábados y domingos en ntv09
"Radiografía..." 1x03 - Siempre
—¡No!
Más que una respuesta fue un salto, un alarido desesperado surgido de lo más profundo de su ser.
El tapón que liberó su rabiosa espuma.
—Vale —suspiró Carla.
—¡Tienes que creerme! Si no me crees tú, ¿quién lo hará? ¡Los demás me dan igual, tú no!
—Tragó saliva y se aferró más a ella—. ¡Soy un imbécil, lo sé, y no te merezco! ¡Mierda,
eso también lo sé! ¡Lo único bueno que tengo eres tú y no quiero perderte! Si no confías en
mí, no me queda nada, ¡nada!
—Siempre es igual, Diego —su voz sonó muy débil—, Cada vez me dices lo mismo, y ahora...
Se dio cuenta de que había dicho siempre, y sólo llevaban un año.
Siempre.
—Es la verdad —jadeó él, quebrándose a la velocidad de la luz—. Más que nunca, es la
verdad, mi amor. Yo no lo hice. ¿Piensas que puedo matar a alguien, y menos a...?
No pudo decirlo.
—Llevo todos estos días en estado de choque —musitó ella—, debatiéndome entre lo que quiero
creer y lo que todos dicen, entre lo que sé y lo que no sé. Ahora mismo te miro y...
—Créeme.
—Los periódicos dicen que ella tenía tu semen.
Diego apretó las mandíbulas y cerró los ojos.
—¿La violaste pero no la mataste?
—¡No la violé! —reaccionó con tanta furia que Carla dio un respingo—. ¡Lo hicimos, sí,
pero no la violé y mucho menos la maté!
La atravesó el dolor. De lado a lado, de arriba abajo. El dolor invisible del alma al
resquebrajarse. La sensación le llegó al estómago, a los pulmones, a la mente. El estómago se le
descompuso de golpe, los pulmones se quedaron sin aire, la mente se puso a dar alaridos en silencio.
Despacio, muy despacio, pero con firmeza, retiró sus manos.
Diego trató de retenerlas, pero no pudo.
Carla las escondió bajo la mesa
—Lo siento... —gimió él.
—¿Qué pasó?
—Si hubieras estado conmigo en lugar de estudiando...
—¿Qué pasó?
—¡Nada! ¡Fue una tontería!
Se levantó dispuesta a irse. Diego la atrapó saltando desde el otro lado. El guardia les lanzó
una mirada de desconfianza, presto a interrumpir su charla.
sábado, 11 de septiembre de 2010
Blanco omega 1
PRIMERA TEMPORADA DE BLANCO OMEGA!
1x01 ; El accidente
1x02 ; El extraño hombre del parque
1x03 ; El sueño
1x04 ; ¡Poder!
1x05 ; Solo de noche
1x01 ; El accidente
1x02 ; El extraño hombre del parque
1x03 ; El sueño
1x04 ; ¡Poder!
1x05 ; Solo de noche
jueves, 9 de septiembre de 2010
"Campos de fresas." 1x06 - negras: de4
El exterior del after hour era un hervidero de chicos y chicas no precisamente dispuestos a
disfrutar de los primeros rayos del recién nacido sol de la mañana. Unos hablaban, excitados,
tomándose un respiro para seguir bailando. Otros descansaban, agotados aunque no rendidos. Algunos
seguían bebiendo de sus botellas, básicamente agua. Y los menos echaban una cabezada en los coches
ubicados en el amplio aparcamiento. Pero la mayoría reían y planeaban la continuidad de la fiesta,
allí o en cualquier otra parte. Cerca de la puerta del local, la música atronaba el espacio con su
machacona insistencia, puro ritmo, sin melodías ni suavidades que nadie quería.
El único que parecía no participar de la esencia de todo aquello era él.
Se movía por entre los chicos y las chicas, la mayoría muy jóvenes, casi adolescentes. Y lo
hacía con meticulosa cautela, igual que un pescador entre un banco de peces, sólo que él no
tenía que extender la mano para atrapar a ninguno. Eran los peces los que le buscaban si querían.
Como aquella muñeca pelirroja.
—¡Eh!, tú eres Poli, ¿verdad?
—Podría ser.
—¿Aún te queda algo?
—El almacén de Poli siempre está lleno.
—¿Cuánto?
—Dos mil quinientas.
—¡Joder! ¿No eran dos mil?
—¿Quieres algo bueno o simplemente una aspirina?
La pelirroja sacó el dinero del bolsillo de su pantalón verde, chillón. Parecía imposible que
allí dentro cupiera algo más, por lo ajustado que le quedaba. Poli la contempló. Diecisiete, tal
vez dieciocho años, aunque con lo que se maquillaban y lo bien alimentadas que estaban, igual
podía tener dieciséis. Era atractiva y exuberante.
—Con esto te mantienes en pie veinticuatro horas más, ya verás. No hace falta que te tomes dos o
tres.
Le tendió una pastilla, blanca, redonda, con una media luna dibujada en su superficie. Ella la
cogió y él recibió su dinero. Ya no hablaron más. La vio alejarse en dirección a ninguna parte,
porque pronto la perdió de vista por entre la marea humana.
Siguió su camino.
Apenas una decena de metros.
—¡Poli!
Giró la cabeza y le reconoció. Se llamaba Néstor y no era un cliente, sino un ex camello. Se
había ligado a una cuarentona con pasta. Suerte. Dejó que se le acercara, curioso.
—Néstor, ¿cómo te va?
—Bien. Oye, ¿el Pandora's sigue siendo zona tuya?
—Sí.
—¿Estuviste anoche vendiendo allí?
—Sí.
—Pues alguien tuvo una subida de calor, yo me andaría con ojo.
—¿Qué?
—Mario vio la movida. Una cría. Se la llevaron en una ambulancia.
Poli frunció el ceño.
—Vaya —suspiró.
—Ya sabes cómo son estas cosas. Como pase algo, habrá un buen marrón. ¿Qué vendías?
—Lo de siempre.
—Ya, pero ¿era éxtasis...?
—Oye, yo vendo, no fabrico. Hay lo que hay y punto. Por mí, como si se llama Margarita.
—Bueno —Néstor se encogió de hombros—. Yo te he avisado y ya está. Ahora allá tú.
—Te lo agradezco, en serio.
—Chao, tío.
Se alejó de él dejándole solo.
Realmente solo por primera vez en toda la noche.
disfrutar de los primeros rayos del recién nacido sol de la mañana. Unos hablaban, excitados,
tomándose un respiro para seguir bailando. Otros descansaban, agotados aunque no rendidos. Algunos
seguían bebiendo de sus botellas, básicamente agua. Y los menos echaban una cabezada en los coches
ubicados en el amplio aparcamiento. Pero la mayoría reían y planeaban la continuidad de la fiesta,
allí o en cualquier otra parte. Cerca de la puerta del local, la música atronaba el espacio con su
machacona insistencia, puro ritmo, sin melodías ni suavidades que nadie quería.
El único que parecía no participar de la esencia de todo aquello era él.
Se movía por entre los chicos y las chicas, la mayoría muy jóvenes, casi adolescentes. Y lo
hacía con meticulosa cautela, igual que un pescador entre un banco de peces, sólo que él no
tenía que extender la mano para atrapar a ninguno. Eran los peces los que le buscaban si querían.
Como aquella muñeca pelirroja.
—¡Eh!, tú eres Poli, ¿verdad?
—Podría ser.
—¿Aún te queda algo?
—El almacén de Poli siempre está lleno.
—¿Cuánto?
—Dos mil quinientas.
—¡Joder! ¿No eran dos mil?
—¿Quieres algo bueno o simplemente una aspirina?
La pelirroja sacó el dinero del bolsillo de su pantalón verde, chillón. Parecía imposible que
allí dentro cupiera algo más, por lo ajustado que le quedaba. Poli la contempló. Diecisiete, tal
vez dieciocho años, aunque con lo que se maquillaban y lo bien alimentadas que estaban, igual
podía tener dieciséis. Era atractiva y exuberante.
—Con esto te mantienes en pie veinticuatro horas más, ya verás. No hace falta que te tomes dos o
tres.
Le tendió una pastilla, blanca, redonda, con una media luna dibujada en su superficie. Ella la
cogió y él recibió su dinero. Ya no hablaron más. La vio alejarse en dirección a ninguna parte,
porque pronto la perdió de vista por entre la marea humana.
Siguió su camino.
Apenas una decena de metros.
—¡Poli!
Giró la cabeza y le reconoció. Se llamaba Néstor y no era un cliente, sino un ex camello. Se
había ligado a una cuarentona con pasta. Suerte. Dejó que se le acercara, curioso.
—Néstor, ¿cómo te va?
—Bien. Oye, ¿el Pandora's sigue siendo zona tuya?
—Sí.
—¿Estuviste anoche vendiendo allí?
—Sí.
—Pues alguien tuvo una subida de calor, yo me andaría con ojo.
—¿Qué?
—Mario vio la movida. Una cría. Se la llevaron en una ambulancia.
Poli frunció el ceño.
—Vaya —suspiró.
—Ya sabes cómo son estas cosas. Como pase algo, habrá un buen marrón. ¿Qué vendías?
—Lo de siempre.
—Ya, pero ¿era éxtasis...?
—Oye, yo vendo, no fabrico. Hay lo que hay y punto. Por mí, como si se llama Margarita.
—Bueno —Néstor se encogió de hombros—. Yo te he avisado y ya está. Ahora allá tú.
—Te lo agradezco, en serio.
—Chao, tío.
Se alejó de él dejándole solo.
Realmente solo por primera vez en toda la noche.
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